El PRI se ha convertido en un partido político que ha dado mucho de qué hablar en los últimos meses, pues al haber sido la cabeza de un ente monolítico, el partido-estado durante más de 70 años, el hartazgo social hizo que éste saliera del poder en el año 2000; situación ante la cual muchos opinaron que era la muerte, o como Gabriel Zaid lo describió en el 85 «el fin del PRI».
Sin embargo los acontecimientos de la política nacional han puesto en el tema de discusión la posibilidad de hablar de un supuesto «retorno del PRI» por los resultados de las últimas elecciones celebradas en distintos estados del país.

La clave de esta “regeneración” del partido se encuentra basada en su doble discurso, un discurso en el que proponen a un partido nuevo, uno moderado, moderno y que nada tiene que ver con el PRI de antaño; y yo me pregunto, si este “Nuevo PRI” no tiene nada que ver con el de antaño, qué significan entonces la presencia de Salinas y Montiel en el registro de Peña como precandidato a la Presidencia de la República, o el caso de Beatriz Paredes que publicó en su hoy desaparecida cuenta de Twitter que exigirían al IFE retirar las cuentas de Twitter, Facebook y Youtube en que se ataque a sus candidatos porque: “Es la hora de México”, o el tan mencionado “Moreirazo”?.
Si esto se supone que no tiene nada que ver con el partido-estado de antaño y la Presidencia Imperial, no quiero imaginarme lo que será este PRI renovado, mejorado, a prueba de fallas, porque pareciera que los mexicanos sufrimos de Alzheimer o una enfermedad parecida, y hemos perdido la memoria.

A mi me gustaría decir que los mexicanos también hemos aprendido de 70 años de un Presidencialismo Imperial que amenaza con regresar; y que si para algunos como Adela Micha y Loret de Mola el leer es algo irrelevante para gobernar, les pregunto entonces: ¿para qué muchos pasamos años de nuestras vidas estudiando en las universidades, leyendo diversos autores, diversas experiencias y formas nuevas de hacer política, si lo realmente importante son las politiquerías que tanto critican?

Pero bueno para qué hablar de todas estas cosas si son completamente irrelevantes, que claro es algo que podíamos esperar de seudo periodistas que venden su interés al mejor postor, dejando de lado toda ética y profesionalismo.
Quiero terminar recordando una frase de Burke que no ha dejado de pasar por mi mente en las últimas semanas: “Para que triunfe el mal, sólo es necesario que los buenos no hagan nada”, espero que esta frase les de el impulso necesario para trabajar por nuestro México y para evitar que nuestro país sufra un enorme retroceso en este largo proceso de transición política.